En Castilla-La Mancha, al 71% de las convocatorias sólo asiste menos de la mitad de los vecinos, de acuerdo con el estudio “Vecinos en Comunidad”. Nueve de cada diez comunidades cuentan con un seguro que cubre posibles eventualidades. Sólo un 24% de los vecinos en Castilla-La Mancha conoce las coberturas de su póliza
Tan solo un 10% de los vecinos acude siempre a las reuniones de su Comunidad, registrándose un porcentaje de asistencia inferior al 50% en el 71% de las convocatorias en el caso de Castilla-La Mancha. Así lo refleja el estudio “Vecinos en Comunidad” realizado por Mutua de Propietarios, la aseguradora especialista en la propiedad inmobiliaria, en colaboración con ICEA (organismo encargado de la realización de los estudios del sector asegurador español), para conocer el funcionamiento de las comunidades de vecinos en España.
En términos generales, el estudio desvela que en la mitad de las comunidades de vecinos (48%) sólo se realiza una reunión anual, si bien, a mayor número de vecinos, mayor número de reuniones (en el 32% de las comunidades grandes se organizan tres o más reuniones al año, frente al 23% de media).
Falta de interés (52%); horarios (24,5%) y confianza en las decisiones de los responsables (10,3%), son las principales excusas esgrimidas por los castellano-manchegos para no acudir, aunque un 5,9% también menciona posibles “conflictos con los vecinos” para no asistir a las convocatorias.
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Y aquí es donde comienzan las disputas… En Castilla- La Mancha, las reformas comunitarias (29,6%) son la principal causa de enfrentamiento entre propietarios, seguida de la morosidad (19,5%), los conflictos de intereses (16,7%), el uso de zonas comunes (16,3%) y los ruidos (8,6%).
Por ello, los castellano-manchegos, a la hora de enumerar las principales cualidades que son necesarias para una buena convivencia, destacan en primer lugar el respeto (41%); la educación (29%); el diálogo (14%) y la responsabilidad en la utilización de espacios compartidos (12,5%).
Entre las mayores preocupaciones de los vecinos se sitúan la conservación y el mantenimiento del edificio; y de nuevo, la morosidad y los vecinos molestos, sin olvidar aspectos como la seguridad, las derramas, o la contratación de un buen seguro de comunidades.
En este aspecto el Director de Desarrollo Corporativo de Mutua de Propietarios, David Grau, explicó que para dar soluciones a estas preocupaciones “las compañías de seguros debemos evolucionar ofreciendo una especialización que dé cobertura a las necesidades de mantenimiento a través de revisiones periódicas que incluyan toda la información sobre el estado de conservación del inmueble para facilitar un diagnostico, definir acciones preventivas de siniestros y ofrecer un ahorro económico a la comunidad más allá del seguro”.
En este último punto, el estudio detecta una alta penetración del seguro de comunidades en Castilla-La Mancha, donde un 93% de las comunidades confirma tenerlo para cubrir posibles eventualidades. “Existe una mayor concienciación del valor de los activos inmobiliarios y, por ello, se ha incrementado las pólizas que te ayudan a mantener la salud de tu edificio”, asegura Grau.
La contratación de un seguro para la comunidad es una decisión que se adopta por votación por el 71,8% de los vecinos, ya que no es obligatorio salvo en las comunidades autónomas de Madrid y Valencia. Por el contrario, es destacable que sólo un 24% de los vecinos en Castilla-La Mancha conoce las coberturas de su póliza, siendo las más mencionadas los daños por agua, la responsabilidad civil y los daños por fuego.
De hecho, según los últimos datos de ICEA, los siniestros más habituales en las comunidades de vecinos son los daños por agua (81,5%), seguido de los fenómenos atmosféricos (21%), de la rotura de cristales (10%) y de la Responsabilidad civil (8%).
Internet, el Administrador de Fincas y el mediador de seguros son las principales vías para la búsqueda de información sobre la contratación de un seguro. Y es que los vecinos han mostrado altas dosis de confianza en los profesionales que gestionan su comunidad: un 85% en el caso del Presidente, y un 76% en el Administrador de Fincas.